Empatía en el trabajo: beneficios e importancia

Actualizado el 21 de diciembre de 2022

Tener empatía en el trabajo es una competencia fundamental de la inteligencia emocional la cual tiene que ver con la forma de comunicarnos y relacionarnos con nuestros colegas. Es importante que la empatía forme parte de la cultura empresarial para que se fomente en todas las esferas que conforman una compañía, principalmente los altos directivos, jefes de departamento y gerentes, ya que resulta imprescindible para ejercer un liderazgo efectivo que ayude a mantener un ambiente laboral sano y productivo. La empatía significa tener la capacidad para ponernos en el lugar de otras personas y lograr ver el mundo a través de sus ojos.

Esta capacidad nos ayuda a comprender cuáles son las preocupaciones, sentimientos y emociones de los demás y, una vez que lo logramos, somos capaces de comunicarnos mejor con las personas, pues podemos tener en cuenta sus necesidades reales y proponer alternativas y soluciones competentes. En este artículo exploraremos los beneficios que te puede dar el desarrollo de la empatía en tu lugar de trabajo, además de algunos consejos que podrás poner en práctica cuanto antes.

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Qué es la empatía en el trabajo

Muchas personas suelen confundir la empatía con la simpatía, pero son cosas muy distintas. La simpatía es un sentimiento que desarrollamos hacia otra persona porque su presencia y su forma de ser nos pueden parecer agradables. Esto hace que disfrutemos su compañía, que queramos desarrollar una amistad con ella y que deseemos que las cosas le salgan bien. Cuando sentimos simpatía por alguien, generalmente esperamos su aprobación y también aprobamos automáticamente sus acciones y opiniones, a pesar de que no comprendamos cuáles son sus intenciones.

La empatía, por otra parte, funciona de manera más compleja, ya que no implica un sentimiento positivo hacia el otro, sino que busca entender a la persona. Reconoce las acciones del otro y sus emociones sin aprobarlas ni desaprobarlas, simplemente las reconoce sin juzgar. Esto puede resultar todo un reto, ya que generalmente aprendemos a emitir juicios hacia los demás en nuestro proceso de socialización y eso se convierte en un hábito difícil de vencer.

A diferencia de la simpatía, la empatía no busca la aprobación de los demás, sino de entender los pensamientos, emociones y necesidades del otro, por lo que es de las competencias laborales más demandadas por muchas empresas.

5 beneficios de la empatía en el trabajo

Como puedes imaginar, la empatía puede mejorar mucho la forma en que te relacionas con los demás y esto te dará muchos beneficios que pueden ayudarte a tener un mejor desempeño en el trabajo.

1. Desarrollo del liderazgo

Saber comprender las necesidades de otras personas en el trabajo te posiciona como un líder ante sus ojos, ya que sabrán que tú eres capaz de escuchar y podrán expresar lo que realmente piensan sin temor a ser juzgados. Eso significa que los demás buscarán tus consejos y simplemente acudirán a ti cuando enfrenten algún obstáculo en el lugar de trabajo. También te hará un líder inclusivo, lo que favorecerá la diversidad de puntos de vista y enriquecerá el proceso de resolución de situaciones-problema.

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2. Capacidad para resolver conflictos

La empatía es una competencia básica para aprender a mediar y resolver conflictos, ya que puedes escuchar ambas partes de una manera objetiva, sin inclinarte por alguien en particular. Quizá este beneficio te deje todavía más clara la diferencia entre simpatía y empatía y por qué la simpatía puede resultar un obstáculo en el lugar de trabajo, pues implica dejar que tus prejuicios y razones personales tomen ciertas decisiones por ti.

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3. Mejoras en la productividad

Cuando logras entender a tus colaboradores, eres capaz de brindar el apoyo que necesitan, además de proporcionarles los recursos materiales y humanos para que puedan desempeñar su trabajo de una manera óptima, mejorando la productividad del área o departamento a tu cargo.

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4. Ambiente laboral sano

Cuando nos sentimos comprendidos y escuchados por nuestros jefes y directivos, aprendemos a expresar nuestros pensamientos y necesidades de una manera libre y asertiva. Esto quiere decir que tus colaboradores aprenderán a decir lo que piensan de una manera directa, pero sin atacar personalmente a los demás, es decir, sin la necesidad de agredir a otros. Las relaciones en el trabajo se vuelven más sinceras y todos los trabajadores se sienten valorados por quiénes son.

Un ambiente sano significa estar libre de chismes, rumores, conflictos interpersonales y casos de acoso laboral, que son de las principales causas de rotación de personal, lo que puede implicar grandes pérdidas para la empresa, tanto de dinero y tiempo, como de nuevos talentos.

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5. Estimula la creatividad

Cuando el ambiente laboral se torna sano y las relaciones más libres y sinceras, los miembros del equipo se sienten en condiciones de explorar nuevas propuestas y aportarlas a la empresa. Esto ayuda a que más colaboradores logren un crecimiento profesional, además de abrir nuevas posibilidades para la innovación en productos y servicios.

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Cómo practicar la empatía

Existen muchas acciones que puedes implementar desde ahora para poner en práctica esta competencia tan importante.

Practica la escucha activa

La escucha activa es una práctica que te permite centrar toda tu atención en tus interlocutores. Incluye la capacidad para mirar a los ojos, comprender los pensamientos y emociones del otro, así como retener la información que nos está proporcionando.

Muchas veces pensamos que estamos escuchando a la otra persona, pero simplemente la estamos oyendo. Esto es lo que provoca que mucha de la información que nos ha dado se nos olvide casi al instante y que no seamos capaces de ponernos en el lugar del otro.

Observa tus pensamientos

Las emociones son producto de lo que pensamos y no al revés. Por ejemplo, si uno de tus colaboradores se equivoca en algo, podrías empezar a tener pensamientos que juzgan y descalifican a la persona. Pero pensar cosas como que la persona es incompetente y no hace nada bien, no son verdaderas y tampoco te ayudan a entender por qué se ha equivocado.

Si aprendes a observar lo que estás pensando, serás capaz de ver la realidad de una manera más objetiva y entender la realidad de tus colaboradores. Siguiendo con el ejemplo de la persona que ha cometido un error, lo mejor sería hablar con ella para que te explique el porqué de su fallo.

Aconseja solo si te lo piden

Muchas veces tenemos el impulso de dar nuestra opinión o nuestro consejo a otros. Pero si eres empático, aprenderás que es mejor escuchar antes de hablar y que conviene emitir consejos solamente en caso de que el otro te los solicite de manera expresa.

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